MIRALLES PINOS | PONT SOBRE EL SEGRE




Autores: Enric Miralles - Carme Pinós
Emplazamiento: Río Segre, Lleida
Concurso Nacional, 1985-86
Proyecto seleccionado
Estructura: Brufau - Obiols
Fotografías: Ferrán Freixa
Bibliografía: 'el Croquis' nº30


Aquello que propusimos en la primera memoria, hemos vuelto a encontrarlo.
Ahora, este paso se interrumpe en su punto medio para definir un mirador, un lugar a donde llegar, más allá del deseo de cruzar el río. Este lugar cubierto. Techo ligero de madera, saliendo bajo las hojas de los árboles...Este es el nudo estructural que hace posible el puente. 
El otro espacio que ha ido apareciendo es esta plaza hundida, definida por sus cornisas superiores, lugar privilegiado dentro de la larga chopera. 

Aquellos elementos con que comenzamos a pensar. Pasarela  y Paseo, se mueven, se cruzan y definen estos dos nuevos espacios... 
Arriba, en el paso, un mirador frente a la ciudad vieja... abajo, un lugar de fiesta, luces, pequeñas zonas pavimentadas, elementales juegos de agua... cualificarán este espacio. 

Andar por este paseo explica cómo ha estado pensado. 

Caminar hasta el centro...
El paseo será un lugar de mayor anchura. 
Que este paso sea un cruce. 
Dos escalas distintas de intervenir en la ciudad. 
Pasarela en dos tiempos...
Pensar en dos tiempos...
Distinguir entre pasar y pasear.
No perder las cualidades constructivas tradicionales de este elemento, esbeltez, mínima dimensión de
los elementos estructurales. 
El paseo nos lleva sobre el río. Desde allí, lugar donde mirar, sentarse, volver atrás... Balcón sobre el movimiento de las aguas...
Desde allí, poder volver atrás, o desde allí cruzar por la pasarela...
Multiplicar las posibilidades de conexión con la parte de la ciudad recientemente construida. 



 


 










En una primera aproximación, la visión global de la estructura resistente es la de una viga continua de sección variable por tramos que tiene un total de seis apoyos intermedios y dos voladizos en sus extremos. 
Uno de ellos, el encuentro con la margen del río, tiene un orden estrictamente estructural, permitiendo el apoyo antes de llegar al muro de contención del río. 
Dos elementos principales transcurren en el sentido longitudinal de la pasarela-paseo. Uno de ellos es una jácena de 5,50m de canto, mientras que la otra jácena de canto del lado opuesto tiene una sección integrada. 

Los otros elementos que integran el proyecto corresponden a una tipología estructural completamente diferente. Primero pensamos en la posibilidad de arcos atirantados, unidos por apoyos articulados en los encuentros con los muros laterales del cauce del río y en apoyos deslizantes en las pilastras centrales. En los primeros procesos del ordenador se detectó un problema debido a la gran resistencia a tracción del cable, frente a la que tiene el resto de la pasarela. El problema consistía en la escasa área de acero necesaria para los elementos atirantados con la consecuente deformabilidad de los mismos. Y dada la escasa flecha de los arcos, pequeños desplazamientos horizontales en los apoyos darían lugar a bajadas de casi un metro en el punto central. 
La siguiente propuesta, pretendiendo mantener la propuesta inicial, consistió en determinar la carga de tensión necesaria para eliminar las deformaciones debidas a las cargas permanentes. Incluso así, el nivel de descenso en el centro no bajaría de los 45cm, teniendo a sobredimensionar el arco cara a disminuir los acortamientos debidos al estado de compresiones necesariamente invariables con la independencia de este hecho. 

Finalmente la solución adoptada plantea el trabajo conjunto de los tres elementos. En pocas palabras la idea se basa en los conceptos siguientes:

  1. Absorción de los empujes de los arcos debidos a las cargas permanentes mediante el empleo de cables de acero (en un número de tres unidades por arco). 
  2. Utilización de la jácena de hormigón armado como elemento compatibilizador, de manera que los empujes desequilibrados de los arcos debido a posibles alternancias de sobrecargas queden absorbidos por las cuatro pilastras situadas en el centro y a los márgenes del río. 

La solución que se obtiene en este planteo permite llegar a resultados muy ajustados. Por un lado, el comportamiento de los arcos con apoyos fijos mantiene las deformaciones verticales máximas siempre inferiores a 6cm, lo cual representa un L/1500 en un caso y un L/1300 en el otro. Este hecho, aparte de situarnos claramente en un ámbito de pequeñas deformaciones, comporta la ventaja de garantizar una frecuencia propia de vibración de la estructura muy superior a las debidas a las cargas de explotación del entramado. 
Por otro lado, el proceso ordenador de la estructura de hormigón sometida a empujes horizontales de los arcos debidos a sobrecargas alternadas de uno solo de ellos, demuestra la bondad del procedimiento, ofreciendo como resultado flechas máximas en el sentido horizontal por debajo de los 3mm. Teniendo en cuenta que la sobrecarga se inscribe en un ámbito de comportamiento elástico de la estructura, debiera darse validez a estos resultados que garantizan la adecuación del comportamiento real al procedimiento de cálculo empleado. 


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